La evaluación y monitoreo en la cadena de suministro para identificar algún incumplimiento de contrato, es uno de los principales desafíos para la prevención de riesgos en el control de proveedores, especialmente cuando se trata de servicios clave para la continuidad operacional del negocio.

El marco NIST se ha establecido como una guía crucial para asegurar un cumplimiento normativo robusto para organizaciones que saben bien que para ser competitivas, deben también ser seguras en el entorno donde cada vez más operaciones suceden: el digital.

La gestión de contratos con proveedores es un aspecto crítico para las grandes compañías y que, más veces de las que nos gustaría haber visto, no recibe la atención requerida; a veces por el gran tamaño de la cadena de suministro, otras veces por la aceleración y deseo de comenzar a producir lo antes posible con el nuevo tercero en cuestión.

En el marco de la 87° Convención Bancaria celebrada en Acapulco, la Asociación de Bancos de México (ABM) y el Global Green Growth Institute (GGGI) han reafirmado su compromiso hacia un sector financiero que no solo sea eficiente, sino también responsable y sostenible.

La adecuada planeación de estrategias de incorporación de proveedores es fundamental para tener una red de proveeduría confiable, especialmente en un contexto donde la eficiencia y seguridad de la cadena de suministro son cruciales.