Hace dos décadas, cuando en ORCA empezamos en la consultoría basada en riesgos, los procesos de debida diligencia eran casi una mera lista de verificación: se asumía que todos los terceros presentaban el mismo nivel de riesgo, y que las organizaciones se contentaban con cumplir con un estándar mínimo.

Era un día como cualquier otro en TechParts: los informes de producción estaban al día, los pedidos llegaban sin contratiempos y la confianza en la operación era alta. Sin embargo, detrás de las paredes de uno de sus principales proveedores, se escondían deficiencias que amenazaban con desestabilizar toda la cadena productiva.

Imagina que eres el CEO de una gran farmacéutica multinacional. Un día, recibes una llamada de urgencia: los sistemas críticos de la compañía han sido bloqueados por un ransomware, por lo tanto, los empleados no pueden acceder a los datos de investigación vitales y las operaciones de producción están paralizadas.

La gestión de adquisiciones es una tarea que exige precisión, eficiencia y visión estratégica. Un proceso de Request for Proposal (RFP o “solicitud de propuesta”) bien estructurado puede ser la clave para impulsar compras exitosas.

La gestión de riesgos de contratos es una pieza fundamental en el funcionamiento eficiente de cualquier gran compañía. Para los directivos, entender y capitalizar las oportunidades en este ámbito puede significar la diferencia entre un negocio próspero y uno que lucha contra constantes desafíos legales y operacionales.