Desconocer las amenazas al interior de una empresa puede ser tan peligroso como no contar con una estrategia de cultura de riesgos que permita tener una posición clara y oportuna con la que se enfrentarán los retos al interior o al exterior de la organización. 

Siempre que las ganancias de una compañía estén en peligro será necesario implementar un proceso de gestión de riesgos empresarial, es decir, un plan ERM en el que se agrupará la planificación y el control para minimizar las amenazas de impacto financiero, operativo o estratégico.

Un software de gobierno, riesgo y cumplimiento (GRC por sus siglas en inglés) ofrece un enfoque estructurado para alinear los objetivos y estrategia organizacional  a los requisitos de cumplimiento, además de centralizar la gestión de los riesgos de forma eficaz. 

En la actualidad, la tecnología, así como el proceso de transformación digital de la administración empresarial, continúan avanzando a un ritmo acelerado; brindando a las organizaciones la posibilidad de disponer de una serie de capacidades antes impensables.

Para tener bajo control cualquier proyecto o industria es primordial contar con una gestión de riesgos que permita identificar, analizar y responder ante posibles eventos que signifiquen una pérdida o un daño para determinado sector: comercial, cultural o, incluso, social.