Claves para una cultura de riesgos exitosa y humana

Publicado por Equipo de Investigación ORCA el 04 de noviembre de 2021

Desconocer las amenazas al interior de una empresa puede ser tan peligroso como no contar con una estrategia de cultura de riesgos que permita tener una posición clara y oportuna con la que se enfrentarán los retos al interior o al exterior de la organización. 

Por cultura de riesgos hay que entender aquella esfera en la que se agrupan las normas, los valores, las actitudes, los conocimientos y los comportamientos de todo el equipo involucrado en los procesos de éxito de una corporación, es decir, de grupos que influyen en los riesgos, las oportunidades y las soluciones, sin dejar de lado una política de horizontalidad. 

Para sentar las bases de una adecuada cultura de riesgos se debe partir de la confianza en la estructura de la empresa y en mantener la alerta a la llegada de amenazas inesperadas. 

De acuerdo con la norma internacional ISO 31000, para una efectiva gestión de riesgos se debe incluir factores humanos culturales a las empresas, no solo técnicos y numéricos.

 

Claves para una adecuada cultura de riesgos

En una corporación, el trabajo colaborativo entre todos los niveles es pieza fundamental para el crecimiento, el éxito y la estabilidad, lo que significa que al involucrar a todos los integrantes en la identificación y atención de los riesgos se logrará una mejor solución enfocada a mitigar las amenazas. 

Sin embargo, también resulta relevante el compromiso individual de los colaboradores para la actuación inmediata y la prevención ante la llegada de amenazas a la corporación del día a día. 

La cultura de riesgos principalmente tiene miras a las amenazas que son desconocidas para marcar el camino hacia la estabilidad de la empresa, por lo que busca que ante la llegada de problemas esperados se defiendan los objetivos de forma clara, sólida y confiable, dando como resultado un hábito consciente ante los nuevos retos. 

 

¿Cómo crear una cultura de prevención de riesgos?

Se debe considerar un ambiente de control interno y ético idóneo para la apropiada cultura de riesgos. Además, es imprescindible ser receptivos a la llegada de amenazas y considerarlos una oportunidad de cambio y perfeccionamiento. 

En las corporaciones hay tres niveles que determinarán la cultura de riesgos de una empresa: el primero se refiere al entorno físico y social de los integrantes de un equipo como lenguaje, conducta o capacidades. El segundo se trata de los valores que influyen en las formas de relacionarse de los miembros de la corporación y el ejercicio del poder. Y el tercero está enfocado a la solución de problemas. 

 

Breve guía

  • Cuestionarios o entrevistas: evaluar a través de este método permitirá obtener una imagen profunda del equipo y las fallas, no obstante, el reto será identificar objetivamente las operaciones dentro de la empresa.  
  • Métricas de riesgos: evaluar parámetros como la rotación o conducta del personal, pérdidas o cumplimiento de objetivos y auditorías lograrán la integración de la cultura de riesgos.  
  • Participación y confianza: lo ideal es que todos los integrantes de la corporación se involucren en tejer una red de colaboración e inquietudes para la identificación, el análisis y las soluciones ante las amenazas, lo que debe asentarse en la confianza hacia quienes dirigen algún proyecto. 
  • Corresponsabilidad y aprendizaje: entender que la labor de un miembro puede afectar la producción de todo el equipo es indispensable, pues los beneficios y amenazas se verán reflejados en toda la corporación en mayor o menor medida. 

Condiciones laborales y capacitación, las claves

Los principios de la cultura de riesgos están planteados en buenas prácticas como la innovación y mejora continua, el trabajo en equipo, la calidad de los productos y servicios, el respeto y el compromiso no únicamente hacia el interior de la corporación, sino hacia los grupos de trabajo cercanos y a la sociedad. 

No se debe dejar de lado que para una oportuna cultura de riesgos las condiciones y el clima laboral son esenciales, así como la disposición a los cambios y la capacitación. También, es necesaria la seguridad en la toma de decisiones en áreas de acceso directo y cotidiano. 

Un buen planteamiento se fundamenta en los valores humanos y sociales entre todas las partes de una corporación y en la relevancia de la salud laboral para la detección de riesgos y sus soluciones pensadas como un área de oportunidad y no como un problema. 

Que una empresa cuente con una cultura de riesgos no significa que se tenga una regla escrita sobre cómo crear una correcta estrategia, ya que cada corporación tendrá que evaluar sus áreas de oportunidad, su contexto y sus valores. 

No existe un proceso estandarizado para una cultura de riesgo óptima; sin embargo, sí se cuenta con especialistas experimentados en detectar las amenazas a través de un análisis humano y social que facilitará la gestión oportuna de soluciones. 

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Temas: Control de riesgos