Actualmente las necesidades y riesgos de las organizaciones evolucionan constantemente, y momentos de crisis por eventualidades no previstas suelen estar estrechamente ligadas con el impulso de desarrollos tecnológicos y la aceleración de la transformación digital.
Precisamente así ha sucedido con los diferentes tipos de software para control de proveedores que han sido desarrollados al día de hoy; en este blog revisaremos las principales diferencias entre los dos tipos de software de esta categoría más comunes en el mercado.
3 diferencias entre software para control de proveedores: on-premise y Saas
Existen dos tipos de software para gestión de proveedores, los on-premise o programas de licencia instalados en la infraestructura propia del cliente, y los más recientes SaaS, por sus siglas en inglés, que son programas basados en la nube, alojados en los servidores de un tercero.
1. Arquitecturas on-premise y SaaS
La principal diferencia entre ambos se advierten ya desde el nombre que reciben; un on-premise consiste en un software cuya licencia aplica para sólo un equipo específico, en el cual el programa se encontrará desde su instalación hasta su desinstalación, atado al hardware que lo alberga.
En cambio, el segundo consiste en una licencia, normalmente ligada a usuarios y no a un equipo de cómputo o hardware. En este sentido, la ventaja más relevante que ofrece un SaaS es que el usuario puede acceder al programa desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo con acceso a internet.
Lo anterior se traduce en eficiencia, practicidad y disponibilidad; valores que en tiempos en donde la colaboración organizacional de forma remota cobra particular importancia, resulta en una ventaja competitiva y altamente beneficiosa para las empresas.
2. Costo de instalación y proceso de implementación
De la diferencia en arquitecturas entre ambos tipos de software se desprende otra, el coste de instalación, pues entre uno y otro varía significativamente.
Entre un software para gestión de proveedores de tipo Saas frente a un on-premise, en cuánto a costos de instalación, hablamos no sólo del ahorro en el precio por usuarios, sino también a los ahorros por concepto de mantenimiento y actualizaciones.
El ahorro radica en la diferencia del costo entre ambos procesos de instalación:
- Adquirir una licencia completa de un programa supone un mayor precio, considerando su paquete de datos y drivers que debe ser instalado en una computadora específica, en el caso de un software on-premise.
- Por otra parte, en el caso de los SaaS, generar cuantos accesos sean necesarios a una arquitectura creada en la nube implica un menor costo; y a largo plazo no es necesario invertir en mantenimiento y actualizaciones del programa.
Visto de esta manera, también se posibilita ahorros de otros recursos, como el tiempo y carga de trabajo; toda vez que el área de TI, Sistemas o Informática, no tendrá que ocuparse de hacer actualizaciones o de proporcionar soporte técnico.
La ventaja del SaaS, es que al ser sistemas remotos ofrecen ayuda especializada, inmediata y a distancia de manera natural, tal como lo hacen proveyendo sus servicios a través de la nube.
Una ventaja por demás atractiva de las plataformas en la nube frente a los de instalación física en los equipos u on-premise, es precisamente su tiempo de implementación.
El acceso desde varios equipos a la vez puede ser llevado a cabo prácticamente de manera inmediata, beneficiando así la adopción de las nuevas funcionalidades, ventaja crucial para el dinamismo empresarial de hoy en día.
3. Almacenamiento de datos
Por último, está la cuestión del almacenamiento de los datos. En este punto los beneficios de un SaaS vs on-premise son múltiples:
- Evita las pérdidas de información: debido a que el servicio mismo de un SaaS se centra en el tratamiento de datos para cumplir sus funcionalidades, los datos son siempre recabados y protegidos en los servidores del proveedores del SaaS.
- No ocupa espacio de almacenamiento propio: la información que ingresa, se usa y dispone, está en la nube; es decir, no usa el espacio de almacenamiento de los servidores del cliente.
- Más velocidad: al mantener libres los servidores del cliente, la información se comparte más ágilmente; incluso funciones informáticas no relacionadas con el software en cuestión se ven beneficiadas.
Esto es debido a que la memoria RAM de los equipos no está siendo igualmente exigida que cuando se instala un programa adicional a todos los que ya de por sí requiere para su funcionamiento.
Al tercerizar funciones de una organización para dejarlo en manos de los proveedores de servicios expertos en sus rubros, se amplía la capacidad de la propia empresa para seguir especializándose en el propio y así lograr los objetivos estratégicos y comerciales.
En este sentido, al optar por un software para control de proveedores de tipo SaaS, la empresa no tendrá que preocuparse por la instalación, mantenimiento y soporte de estos programas y así podrá centrarse en su propio core business y en aumentar su competitividad.
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