Evitar pérdidas financieras y multas es parte de un eficaz control del riesgo legal en las organizaciones; pues a través de procesos de gestión y evaluación del cumplimiento de normas regulatorias se da paso a acciones concretas de resolución de las amenazas en los contratos.
El riesgo legal se enfoca principalmente en los contratos, ya sea con proveedores o de servicios, es decir, se trata de un ordenamiento jurídico que ofrece la seguridad de que la documentación es válida y se puede hacer cumplir desde cualquier lugar del mundo.
Sin embargo, dentro de los riesgos legales se contemplan las pérdidas ocasionadas por el incumplimiento, por ejemplo, existen proveedores que no tienen cláusulas claras y específicas sobre sus servicios, por lo que brindan contratos ambiguos y generales.
Uno de los riesgos legales más comunes es la evasión de normas regulatorias, lo que en muchas ocasiones también involucra daños a la reputación de las empresas. Hacer frente a este tipo de errores o malas prácticas es posible con la implementación de procesos automatizados.
Solución contra el riesgo legal
El riesgo legal por el incumplimiento de leyes, normas y regulaciones emitidas por un gobierno es común que se presente por el desconocimiento u omisión de una ley o marco regulatorio.
Para gestionar el proceso de remediación de incidentes de esta índole, se debe apostar por instrumentos tecnológicos que se adapten a los requerimientos de cumplimiento que estén encaminados a lograr los objetivos de manera más fácil.
El riesgo legal más peligroso es la evasión de términos en contratos, ya que puede representar demandas que ocasionan daños financieros, de productividad y de credibilidad.
Para mitigar este riesgo es necesario que se considere este tipo de amenazas dentro de la matriz de riesgos, pues esta herramienta permite evaluar y controlar las vulnerabilidades de esta índole.
Así, una matriz de riesgos da paso a la toma rápida de mejores decisiones sobre cómo actuar frente a las vulnerabilidades y su impacto, con complementos de solución diseñados para agilizar los procesos y ejecución de tareas.
En este caso, en la gestión del riesgo legal se debe comenzar por la prevención, detección y mitigación de las amenazas mediante una auditoría interna que permita identificar posibles fallas relacionadas con el cumplimiento de normas tanto internas como externas.
Utilizar herramientas que permitan la automatización de los procesos, como un software de gestión de riesgos, facilita la identificación, evaluación, control y solución del riesgo, con mayor confiabilidad en los resultados.
Tipos de riesgo legal
Algunos de los tipos de riesgo legal que se presentan con mayor frecuencia en empresas de todos los sectores, son:
- Riesgo a la reputación: recae en el incumplimiento de normas y regulaciones que dañan la imagen de las empresas.
- Incumplimiento en contratos: no tener cláusulas claras y específicas tiene como consecuencia incumplimientos y a su vez demandas que provocan pérdidas financieras.
- Infracción a la ley: actuar en contra de las reglamentaciones acordes al sector de la empresa recae en sanciones por parte de autoridades gubernamentales.
Para iniciar con un plan de remediación de cualquier riesgo legal hay factores que son clave para avanzar hacia procedimientos más actualizados, como un análisis en tiempo real para anticipar el impacto financiero en caso de incumplimiento; además de centralizar todas las normas en un punto de control para un monitoreo sencillo de cumplimiento.
ISO 31022
Actualmente el riesgo legal es cada vez más desafiante, puesto que los requisitos y las reglas a las que están sujetas las empresas han incrementado la exigencia.
Es así que la competencia económica internacional y el surgimiento de nuevas actividades ofrecen un entorno más propenso al riesgo legal en la operación empresarial, ya que se amplían las amenazas que pueden aparecer a diario.
En este sentido, la norma ISO 31022 se encarga de guiar en la gestión del riesgo legal con el objetivo de cumplir con las condiciones legales y reglamentarias.
En cualquier empresa es viable implementar plataformas que permitan disponer de normas de manera inmediata y centralizada para evitar situaciones de riesgo imprevistas que tengan como consecuencia daños al negocio .
Esto se consigue con contenidos de suscripción precargados como normas y estándares acordes a industrias específicas, evaluaciones para proveedores, checklists de verificación, guías de auditoría y marcos de regulación en apego a mejores prácticas.
La norma ISO 31022 establece que la gestión del riesgo legal debe ser considerada una parte integral de la gobernanza y la gestión en general de una empresa, por lo que adoptar una estrategia adecuada ayuda a minimizar los riesgos de daños o impactos negativos como consecuencia de posibles incumplimientos.
Se trata de una norma que proporciona las pautas para gestionar los desafíos específicos del riesgo legal con un documento que brinda orientación sobre la mitigación de las amenazas de manera eficiente y rentable.
Fortalece el cumplimiento legal
Los incumplimientos de los contratos pueden resultar en problemas de riesgo legal como amplias cuentas financieras, penalizaciones y pérdida de permisos o concesiones de operación, así como en demandas judiciales.
Descarga la guía de ORCA y conoce cómo mejorar los procesos de gestión de riesgos, con controles que se conviertan en habilitadores para el cumplimiento eficiente en tu negocio.