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La norma que usan gobiernos y empresas para su gestión de riesgos

Escrito por Equipo de Investigación ORCA | 12 de septiembre de 2024

Tanto los gobiernos o el sector público, así como las empresas de la iniciativa privada enfrentan riesgos diversos que pueden amenazar su estabilidad operativa, financiera y reputacional.

Desde la incertidumbre económica global hasta ciberataques y desastres naturales, la necesidad de una gestión de riesgos efectiva nunca ha sido tan crítica. En este contexto, la ISO 31000, el estándar internacional para la gestión de riesgos, se ha consolidado como la principal guía para abordar estos desafíos de manera estructurada y eficiente.

La ISO 31000 ofrece un marco adaptable y aplicable a cualquier tipo de organización, independientemente de su tamaño, sector o ubicación. Es un estándar que no se limita a un tipo de riesgo en particular, sino que abarca todos los aspectos relacionados con la identificación, evaluación y mitigación de riesgos.

Tanto los gobiernos como las empresas recurren a este enfoque para garantizar que están preparados para enfrentar incertidumbres de manera proactiva y controlada. Veamos los aportes de este estándar.

 

¿Cómo aporta valor la ISO 31 000 a la gestión de riesgos?

A diferencia de otros estándares, la ISO 31000 no prescribe controles específicos, sino que proporciona principios y pautas generales que ayudan a las organizaciones a integrar la gestión de riesgos en su estructura y cultura organizacional.

Su enfoque holístico permite abordar los riesgos no solo desde un ángulo operativo, sino también estratégico, lo que asegura que las decisiones clave se tomen con pleno conocimiento de los riesgos involucrados.

 

Empresas: beneficios de un marco de gestión de riesgos basado en la ISO 31000

  • Mejorar la toma de decisiones: cuando se tiene una visión clara de los riesgos, las decisiones estratégicas pueden tomarse con un mayor grado de certeza y responsabilidad.

  • Protección financiera: la identificación temprana de riesgos potenciales, como fluctuaciones del mercado o problemas en la cadena de suministro, ayuda a mitigar pérdidas financieras que podrían afectar el resultado final.

  • Cumplimiento normativo: en sectores altamente regulados, como el financiero o el de telecomunicaciones, el cumplimiento de normas es fundamental. La ISO 31000 ayuda a cumplir con las normativas locales e internacionales, alineando la gestión de riesgos con requisitos legales y regulatorios.

 

Gestión de riesgos en el sector gobierno

Los gobiernos también recurren a la ISO 31000 para gestionar riesgos complejos, como los derivados de políticas públicas, la administración de servicios críticos o la respuesta ante desastres naturales.

En un país como México, donde los fenómenos naturales como terremotos o huracanes pueden causar impactos severos en las infraestructuras y economías locales, contar con una gestión de riesgos sólida es esencial.

Por ejemplo, los gobiernos que implementan la ISO 31000 pueden anticiparse mejor a estos eventos y planificar respuestas eficientes, minimizando los daños y garantizando una recuperación más rápida. Esta capacidad de planificación no solo protege a los ciudadanos, sino que también reduce los costos asociados a la reconstrucción y la pérdida de productividad.

Esto es especialmente importante después de lo sucedido con Otis, un riesgo transformado que se inscribe en los riesgos emergentes que debemos de considerar no sólo por su impacto y su probabilidad, las dos dimensiones más clásicas de la evaluación de riesgos, sino también de la velocidad con que puede variar significativamente sus parámetros, moviéndolo a su vez dentro de nuestros umbrales de riesgo con una rapidez antes no conocida.

 

Beneficios de madurar en la gestión de riesgos con la ISO 31000

A medida que las organizaciones maduran en la implementación de la ISO 31000, experimentan una mejora significativa en su capacidad para gestionar los riesgos de manera proactiva. Esto no solo fortalece la resiliencia organizacional, sino que también incrementa la capacidad de adaptarse a cambios del entorno y a nuevas amenazas.

Una organización que ha integrado completamente la gestión de riesgos en su cultura y procesos puede anticipar y mitigar riesgos con mayor agilidad. Esto contribuye a una mayor estabilidad operativa y una mejor asignación de recursos, ya que se evitan costos inesperados relacionados con la respuesta a crisis o fallos operacionales.

Además, con un marco basado en ISO 31000 no solo se enfocan los riesgos negativos, sino que también es útil para la identificación de oportunidades para el negocio. Al entender mejor el panorama completo de riesgos, las organizaciones pueden aprovechar oportunidades de crecimiento, innovación y eficiencia que antes no eran visibles.

 

Cómo lograr un control rentable a través de la gestión de riesgos

El valor de una gestión de riesgos sólida se extiende más allá de la mitigación de amenazas; también tiene un impacto directo en la rentabilidad. La ISO 31000 proporciona un enfoque estructurado que permite a las organizaciones reducir los costos asociados con la gestión reactiva de riesgos.

En lugar de enfrentar crisis inesperadas que pueden interrumpir las operaciones o afectar el rendimiento financiero, las organizaciones que implementan una gestión de riesgos adecuada pueden evitar incidentes costosos y mejorar su eficiencia operativa.

Además, el uso de analítica avanzada puede potenciar los beneficios de la ISO 31000. Al aplicar técnicas de análisis predictivo, las organizaciones pueden anticipar riesgos antes de que se materialicen.

Por ejemplo, en sectores como el financiero o el retail, la analítica avanzada puede ayudar a identificar tendencias de mercado basado en patrones de consumo por temporada, prever fallos en la cadena de suministro según datos históricos de entregas por ciertos proveedores, o detectar fraudes evidenciado por un comportamiento anómalo, antes de que se materialicen e impacten negativamente en el negocio.

La ISO 31000 establece el marco de gestión, mientras que la tecnología amplía las capacidades de anticipación y mitigación de riesgos, lo que a su vez se traduce en un control operativo más rentable.

 

ISO 31000: flexibilidad y efectividad

La ISO 31000 es un estándar fundamental para la gestión de riesgos, proporcionando un marco flexible y efectivo tanto para gobiernos como para empresas. Su implementación permite a las organizaciones no solo mitigar riesgos, sino también mejorar la toma de decisiones estratégicas, proteger sus finanzas y garantizar el cumplimiento normativo.

A medida que las empresas maduran en la adopción de este estándar, logran una mayor resiliencia y una capacidad superior para adaptarse a las incertidumbres del entorno.

Si deseas saber más sobre gestión de riesgos, te invitamos a profundizar en una de sus categorías más importantes y presentes: los riesgos operacionales. Descarga la Guía exhaustiva sobre riesgos operacionales haciendo clic aquí abajo y sumérgete en sus generalidades y pormenores.