En ORCA, siempre hemos entendido el cumplimiento normativo desde la óptica de sus riesgos. Es decir, vemos el tema como riesgos de incumplimiento.
Este enfoque permite fácilmente destacar las posibles consecuencias que el incumplimiento normativo pueda tener: desde la continuidad de negocio, hasta las relaciones con proveedores y su cumplimiento no base en SLAs; incluso, quitándole lo “normativo” al cumplimiento (es decir, la figura de un regulador), podemos ver nuestro cumplimiento interno en términos de apego a procesos, fechas de entrega, característica de los entregables y, desde luego y en última instancia, objetivos cumplidos.
Hemos visto también la falta de este enfoque integrado: una desconexión entre la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo, que no solo aumenta la vulnerabilidad a sanciones y daño reputacional, sino que también puede obstaculizar el crecimiento sostenible de la organización.
Este artículo se sumerge en cómo abordar efectivamente los riesgos de incumplimiento normativo, ofreciendo un camino práctico hacia la resiliencia y el éxito empresarial.
Los riesgos de incumplimiento engloban las potenciales repercusiones adversas derivadas de no adherirse a las leyes, regulaciones y estándares éticos pertinentes.
Desde sanciones legales hasta daños irreparables en la reputación (y sí, difícilmente cuantificables), las consecuencias pueden ser devastadoras. Ante esto, adoptar una postura reactiva simplemente no es suficiente.
Anticiparse es gobernar y, en el ámbito del cumplimiento normativo, esto significa estar un paso adelante en la gestión de sus riesgos inherentes.
El desarrollo de un enfoque sistemático y metódico es esencial para asegurar una gestión efectiva de los riesgos de incumplimiento. Aquí se detallan algunas estrategias clave.
Una evaluación de riesgos meticulosa es el primer paso para identificar las áreas más susceptibles al riesgo de incumplimiento dentro de una organización.
Este proceso debe ser exhaustivo, cubriendo desde operaciones hasta prácticas laborales, proporcionando una base sólida para la implementación de estrategias de mitigación.
Como podrás adelantar, esto implica una comunicación interáreas que debe ser facilitada desde su anuncio por la alta dirección, para que se comprenda que tu labor es de corte preventivo (proactivo) y no correctivo (reactivo) y, por ende, la comunicación fluya desde esas otras áreas.
La tecnología juega un papel crucial en la gestión de riesgos de incumplimiento hoy en día. La adopción de un software de Gestión de Riesgos y Cumplimiento (GRC) basado en la nube no solo facilita el monitoreo continuo del cumplimiento, sino que también asegura una adaptabilidad rápida ante cambios regulatorios.
Por otra parte, y especialmente en una geografía tan interrelacionada como la Latinoamericana, que promueve relaciones transfronterizas, los cambios constantes en diferentes regulaciones y con aplicabilidades diferenciadas según las localizaciones, es fácil caer en incumplimientos en algún frente: documentación requerida con algún proveedor, cambios en rutas de entrega que pueden afectar SLAs, incluso procedimiento para pagos tanto de ida como de vuelta.
Para ello, un SaaS GRC es de tremenda ayuda, al aumentar tu visibilidad sobre cambios recientes y mantenerte siempre actualizado, siendo un control efectivo ante los riesgos de incumplimiento.
La capacitación regular de los empleados en regulaciones y buenas prácticas es fundamental. Una cultura organizacional que prioriza el cumplimiento normativo es menos propensa a enfrentar riesgos de incumplimiento.
En ORCA, hemos visto cómo las tareas de cumplimiento normativo son impulsadas por la comprensión del origen de las regulaciones, su “para qué”; esto hace que las regulaciones pierdan este halo de “obligación” (aunque no dejen de serlo) y mute más hacia un “deber ser”, dando la sensación de que se está haciendo lo correcto, más allá de “lo que se tiene que hacer”.
Facilita comunicaciones que sensibilicen al respecto; incluso, puedes recurrir a “malas prácticas” que haya derivado en consecuencia indeseadas, como parones de actividades, multas millonarias o afectaciones reputacionales que impactan en la continuidad del negocio.
Incorporar consultoría especializada ofrece una comprensión profunda del panorama regulatorio, complementando las estrategias internas de cumplimiento con perspectivas externas valiosas. Considera robustecer tu compliance con consultoría externa especializada que te ayude a ver con nuevos ojos el panorama de lo que debes cumplir antes las autoridades competentes e incluso de manera interna.
Una vez más, desde nuestros más de 20 años de experiencia operando desde México en todo Latinoamérica, te podemos decir que identificamos estas como las industrias más expuestas a este tipo de riesgos frente a reguladores.
Si el SaaS GRC que referíamos anteriormente es ya de por sí una gran ventaja, ahora piensa en su combinación con conocimientos especializados externos; obtendrás no solo la agilidad de la tecnología, sino también mayor perspectiva y capacidad de vigilancia.
Este enfoque no solo asegura la conformidad con las regulaciones actuales, sino que también prepara a las organizaciones para responder proactivamente a futuros cambios, como los revisados en el punto de la manufactura.
Recapitulando: un modelo de control de cumplimiento integral debe incluir:
En un entorno tan competitivo y regulado como el de México y Latinoamérica, estar bien preparado para los riesgos de incumplimiento es sinónimo de éxito empresarial sostenible. La inversión en una gestión de riesgos y cumplimiento normativo robusta y eficiente es, por lo tanto, esencial para asegurar no solo la supervivencia de la organización, sino también su crecimiento y prosperidad en el largo plazo.
Si quieres un instrumento útil para tener visibilidad sobre el modelo de control de cumplimiento normativo en tu organización, te recomendamos descargar el ebook ¿Qué tan maduro es tu modelo de control de cumplimiento?, para que puedas responder esta crucial pregunta, eje de la mejora continua de tu compliance.