En el entorno empresarial actual, cada vez más organizaciones dependen de terceros para realizar actividades críticas para su operación. Estos terceros incluyen proveedores, socios comerciales, contratistas y otras entidades que proporcionan bienes o servicios esenciales.
Sin embargo, la dependencia de terceros introduce riesgos que pueden afectar directamente la continuidad del negocio: por ejemplo, si uno de estos socios clave falla, las operaciones pueden verse interrumpidas, afectando la productividad, el cumplimiento normativo e incluso la reputación de la empresa.
Por ello, la evaluación de desempeño a terceros es fundamental, garantizando que estos socios cumplan con los estándares y expectativas necesarios para mantener la integridad de las operaciones organizacionales.
Un sistema robusto de evaluación permite a las organizaciones identificar, gestionar y mitigar riesgos asociados con terceros, asegurando que cualquier debilidad o incumplimiento sea detectado antes de que afecte las actividades críticas del negocio.
La evaluación de desempeño a terceros no solo tiene como objetivo garantizar la calidad de los productos o servicios proporcionados por proveedores, sino también asegurar que estos terceros cumplan con los estándares regulatorios, éticos y de seguridad que la organización exige.
A través de una evaluación continua, las organizaciones pueden:
Por ejemplo, si una empresa de servicios financieros subcontrata el desarrollo de software a un proveedor externo, una evaluación efectiva no solo garantiza que el producto final cumpla con los requisitos técnicos, sino que también verifica que el proveedor cumpla con las normativas de seguridad de la información y protección de datos.
Para garantizar la continuidad del negocio y minimizar los riesgos asociados con terceros, es fundamental estructurar el proceso de evaluación de manera sistemática y completa.
A continuación, se describen los pasos clave para realizar una evaluación de desempeño a terceros eficaz:
El primer paso en cualquier evaluación de desempeño a terceros es definir los criterios de evaluación. Estos criterios deben estar alineados con los objetivos del negocio y deben reflejar las áreas críticas que necesitan monitoreo constante.
Algunos criterios comunes incluyen:
Definir criterios específicos desde el principio asegura que la evaluación sea objetiva y orientada a detectar problemas relevantes para la organización.
Una evaluación precisa se basa en la recolección de datos relevantes y fiables. Esto implica monitorear de manera continua el desempeño de los terceros a través de diversos canales:
El monitoreo proactivo y la recolección de datos garantizan que cualquier desviación de los estándares se identifique rápidamente y se pueda abordar antes de que se convierta en un riesgo operativo.
Las evaluaciones periódicas son clave para medir el desempeño a lo largo del tiempo y asegurarse de que los terceros siguen cumpliendo con las expectativas. Esto puede hacerse de manera trimestral, semestral o anual, dependiendo del nivel de riesgo asociado con el proveedor.
Un par de evaluaciones que no puedes dejar de conducir son:
Estas evaluaciones permiten a las organizaciones identificar áreas de mejora y asegurarse de que los terceros están alineados con los objetivos de negocio y las regulaciones pertinentes.
Un aspecto crucial de la evaluación de desempeño a terceros es la gestión de riesgos.
No basta con evaluar el desempeño; es necesario identificar y gestionar los riesgos que surgen de la relación con terceros. Estos riesgos pueden ser operativos, financieros, regulatorios o de seguridad.
Una gestión de riesgos efectiva permite a las empresas anticiparse a problemas y proteger su continuidad operativa ante posibles fallos de sus proveedores.
La evaluación de desempeño a terceros no es un proceso puntual, sino una actividad continua. Los proveedores pueden mejorar o empeorar su desempeño a lo largo del tiempo, y las necesidades del negocio pueden cambiar.
Es crucial establecer un ciclo de mejora continua que permita ajustar los criterios y metodologías de evaluación conforme evolucionen las relaciones con los terceros.
Este enfoque garantiza que las relaciones con terceros sigan siendo rentables y seguras a lo largo del tiempo.
La continuidad del negocio depende de la fiabilidad de los terceros en los que una organización confía. Si un proveedor crítico falla, puede haber consecuencias devastadoras para la operación, desde interrupciones en la cadena de suministro hasta incumplimientos normativos.
Por ello, la evaluación de desempeño a terceros se convierte en una herramienta clave para garantizar que la organización esté protegida ante posibles fallos de proveedores.
Además, contar con un plan de continuidad del negocio bien desarrollado, que contemple la evaluación continua de terceros, es esencial para gestionar cualquier riesgo imprevisto. Esto implica tener contratos claros, monitoreo de desempeño continuo y acuerdos de contingencia con proveedores alternativos.
La evaluación de desempeño a terceros es fundamental para asegurar que las empresas mantengan la continuidad del negocio y minimicen los riesgos operativos, financieros y regulatorios asociados con sus proveedores.
Implementar un sistema de evaluación riguroso y continuo permite identificar posibles problemas de manera proactiva y asegurarse de que los terceros están alineados con los objetivos y estándares de la organización.
Si no sabes por dónde empezar a evaluar a tus proveedores, ¡no te preocupes!: preparamos la Guía práctica de evaluación de riesgos de proveedores que esperamos que sea de suma utlidad para asegurar la continuidad de tu negocio y mitigar riesgos en tu cadena de suministro. Haz clic abajo y descarga este valioso recurso.