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Evaluación de desempeño a terceros: asegura la continuidad de negocio

Escrito por Equipo de Investigación ORCA | 17 de septiembre de 2024

En el entorno empresarial actual, cada vez más organizaciones dependen de terceros para realizar actividades críticas para su operación. Estos terceros incluyen proveedores, socios comerciales, contratistas y otras entidades que proporcionan bienes o servicios esenciales.

Sin embargo, la dependencia de terceros introduce riesgos que pueden afectar directamente la continuidad del negocio: por ejemplo, si uno de estos socios clave falla, las operaciones pueden verse interrumpidas, afectando la productividad, el cumplimiento normativo e incluso la reputación de la empresa.

Por ello, la evaluación de desempeño a terceros es fundamental, garantizando que estos socios cumplan con los estándares y expectativas necesarios para mantener la integridad de las operaciones organizacionales.

Un sistema robusto de evaluación permite a las organizaciones identificar, gestionar y mitigar riesgos asociados con terceros, asegurando que cualquier debilidad o incumplimiento sea detectado antes de que afecte las actividades críticas del negocio.

 

¿Por qué es esencial la evaluación de desempeño a terceros?

La evaluación de desempeño a terceros no solo tiene como objetivo garantizar la calidad de los productos o servicios proporcionados por proveedores, sino también asegurar que estos terceros cumplan con los estándares regulatorios, éticos y de seguridad que la organización exige.

A través de una evaluación continua, las organizaciones pueden:

  • Mitigar riesgos operativos: al evaluar a los terceros de manera regular, las organizaciones pueden identificar áreas de mejora o posibles fallos que podrían afectar el rendimiento y la continuidad de las operaciones.

  • Cumplir con regulaciones: en sectores regulados como el financiero o el tecnológico, es fundamental asegurar que los proveedores cumplan con las normativas locales e internacionales.

  • Proteger la reputación de la organización: los errores o incumplimientos de terceros pueden reflejarse negativamente en la imagen de la organización. Una evaluación de desempeño proactiva puede prevenir este tipo de daños.

 

Por ejemplo, si una empresa de servicios financieros subcontrata el desarrollo de software a un proveedor externo, una evaluación efectiva no solo garantiza que el producto final cumpla con los requisitos técnicos, sino que también verifica que el proveedor cumpla con las normativas de seguridad de la información y protección de datos.

 

5 fases para una evaluación efectiva de desempeño a terceros

Para garantizar la continuidad del negocio y minimizar los riesgos asociados con terceros, es fundamental estructurar el proceso de evaluación de manera sistemática y completa.

A continuación, se describen los pasos clave para realizar una evaluación de desempeño a terceros eficaz:

1. Definir los criterios de evaluación

El primer paso en cualquier evaluación de desempeño a terceros es definir los criterios de evaluación. Estos criterios deben estar alineados con los objetivos del negocio y deben reflejar las áreas críticas que necesitan monitoreo constante.

Algunos criterios comunes incluyen:

  • Cumplimiento normativo: asegurarse de que el tercero cumpla con las leyes y normativas aplicables, como protección de datos, regulaciones financieras o normas medioambientales.

  • Calidad del producto o servicio: evaluar si los productos o servicios proporcionados cumplen con las especificaciones acordadas.

  • Eficiencia operativa: medir la capacidad del proveedor para entregar a tiempo y en forma, sin retrasos ni interrupciones.

  • Ciberseguridad y protección de datos: asegurarse de que los terceros tengan medidas adecuadas de seguridad para proteger la información crítica.

 

Definir criterios específicos desde el principio asegura que la evaluación sea objetiva y orientada a detectar problemas relevantes para la organización.

 

2. Monitoreo y recolección de datos

Una evaluación precisa se basa en la recolección de datos relevantes y fiables. Esto implica monitorear de manera continua el desempeño de los terceros a través de diversos canales:

  • Revisión de informes de desempeño: recibir reportes regulares del proveedor que incluyan métricas clave, como tiempos de entrega, calidad del servicio y cumplimiento de contratos.

  • Auditorías periódicas: realizar auditorías in situ o remotas para verificar que los terceros están cumpliendo con los estándares de calidad, seguridad y normativas.

  • Encuestas de satisfacción: recoger feedback de los equipos internos que interactúan con los terceros para obtener información directa sobre el desempeño diario del proveedor.

El monitoreo proactivo y la recolección de datos garantizan que cualquier desviación de los estándares se identifique rápidamente y se pueda abordar antes de que se convierta en un riesgo operativo.

 

3. Realización de evaluaciones periódicas

Las evaluaciones periódicas son clave para medir el desempeño a lo largo del tiempo y asegurarse de que los terceros siguen cumpliendo con las expectativas. Esto puede hacerse de manera trimestral, semestral o anual, dependiendo del nivel de riesgo asociado con el proveedor.

Un par de evaluaciones que no puedes dejar de conducir son:

  • Evaluación continua: para proveedores críticos, es recomendable realizar una evaluación continua o en tiempo real, utilizando tecnologías de monitoreo y analítica avanzada.

  • Evaluaciones independientes: en algunos casos, puede ser útil contar con auditores externos que revisen la relación con el proveedor de manera independiente, aportando una perspectiva imparcial y detallada.

 

Estas evaluaciones permiten a las organizaciones identificar áreas de mejora y asegurarse de que los terceros están alineados con los objetivos de negocio y las regulaciones pertinentes.

 

4. Gestión de riesgos asociados a terceros

Un aspecto crucial de la evaluación de desempeño a terceros es la gestión de riesgos.

No basta con evaluar el desempeño; es necesario identificar y gestionar los riesgos que surgen de la relación con terceros. Estos riesgos pueden ser operativos, financieros, regulatorios o de seguridad.

  • Clasificación de riesgos: clasificar a los proveedores en función de su criticidad para la operación del negocio. Los terceros más críticos deben ser monitoreados con mayor frecuencia y rigurosidad.

  • Planes de contingencia: establecer planes de contingencia para los terceros más críticos. Si un proveedor clave falla, debe existir un plan para reemplazarlo o mitigar el impacto en las operaciones.

 

Una gestión de riesgos efectiva permite a las empresas anticiparse a problemas y proteger su continuidad operativa ante posibles fallos de sus proveedores.

 

5. Mejora continua y seguimiento

La evaluación de desempeño a terceros no es un proceso puntual, sino una actividad continua. Los proveedores pueden mejorar o empeorar su desempeño a lo largo del tiempo, y las necesidades del negocio pueden cambiar.

Es crucial establecer un ciclo de mejora continua que permita ajustar los criterios y metodologías de evaluación conforme evolucionen las relaciones con los terceros.

  • Revisión de acuerdos de nivel de servicio (SLA): asegurarse de que los SLA con los terceros estén actualizados y reflejen las expectativas actuales de la organización.

  • Reuniones periódicas: mantener reuniones regulares con los terceros para discutir su desempeño y oportunidades de mejora.

Este enfoque garantiza que las relaciones con terceros sigan siendo rentables y seguras a lo largo del tiempo.

 

Asegura la continuidad del negocio con una evaluación de terceros

La continuidad del negocio depende de la fiabilidad de los terceros en los que una organización confía. Si un proveedor crítico falla, puede haber consecuencias devastadoras para la operación, desde interrupciones en la cadena de suministro hasta incumplimientos normativos.

Por ello, la evaluación de desempeño a terceros se convierte en una herramienta clave para garantizar que la organización esté protegida ante posibles fallos de proveedores.

Además, contar con un plan de continuidad del negocio bien desarrollado, que contemple la evaluación continua de terceros, es esencial para gestionar cualquier riesgo imprevisto. Esto implica tener contratos claros, monitoreo de desempeño continuo y acuerdos de contingencia con proveedores alternativos.

 

Evalúa y continúa con tu negocio

La evaluación de desempeño a terceros es fundamental para asegurar que las empresas mantengan la continuidad del negocio y minimicen los riesgos operativos, financieros y regulatorios asociados con sus proveedores.

Implementar un sistema de evaluación riguroso y continuo permite identificar posibles problemas de manera proactiva y asegurarse de que los terceros están alineados con los objetivos y estándares de la organización.

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