La relación entre el control de riesgos y la continuidad de negocio es más estrecha de lo que imaginamos. Si bien la naturaleza de los riesgos es probable, su existencia es una certeza: por definición, siempre existen, por muy remota que sea su probabilidad de ocurrencia y por variado que sea su nivel de criticidad, que son los dos ejes principales de toda matriz de riesgo bajo el método simplificado.
Así, los habrá tanto de consecuencias leves y locales, hasta aquellos que puedan comprometer fuertemente las ganancias presentes o inmediatas e incluso dañar la reputación, con lo cual podrían afectarse no solo las ganancias futuras, sino hasta el modelo de negocio en sí.
Para tener un mayor control de riesgos en cualquier organización, se deben considerar los siguientes elementos:
Factores internos y externos: en lo que respecta a los factores internos, es fundamental comprender cuál es la estructura de nuestra organización y cómo se relaciona con la industria en la que operamos. Esto implica hacer un análisis FODA: conocer nuestras fortalezas y debilidades internas, e identificar las oportunidades y amenazas externas que podrían afectar al negocio. Al comprender estos factores, podemos tomar decisiones más informadas y adaptarnos mejor a nuestro entorno organizacional.
Sincronía y diacronía: la sincronía se refiere al estado actual de nuestra organización, mientras que la diacronía implica contrastar este estado con etapas anteriores y proyectar hacia el futuro. Es importante evaluar continuamente nuestra situación actual y compararla con nuestro progreso previo para identificar áreas de mejora y oportunidades de crecimiento. Al mismo tiempo, debemos tener una visión clara de hacia dónde queremos ir y cómo planificamos llegar allí, la proyección.
Estrategia y tácticas: para lograr nuestros objetivos organizacionales, necesitamos una estrategia clara y tácticas efectivas. La estrategia la define la dirección general de nuestro negocio, y nos dice cómo alcanzar nuestros objetivos a largo plazo. Las tácticas, por otro lado, son las acciones específicas que tomamos para implementar nuestra estrategia y lograr resultados tangibles. Al tener una estrategia bien definida y tácticas adecuadas, podemos maximizar nuestras posibilidades de éxito y minimizar los riesgos asociados.
Roles y responsabilidades: en cualquier organización, es esencial asignar roles y responsabilidades claras a los miembros del equipo. Cada persona debe saber qué se espera de ella y cómo su trabajo contribuye al logro de los objetivos generales de la empresa. Al establecer roles y responsabilidades claros, podemos promover una mayor eficiencia y productividad, evitando la duplicación de esfuerzos y asegurando una mejor coordinación y colaboración entre los miembros del equipo.
Recursos: los recursos son fundamentales para el éxito de cualquier organización. Estos incluyen recursos humanos, tecnológicos, financieros, legales, administrativos y otros varios. Es importante identificar y asignar los recursos adecuados para cada tarea y proyecto, de modo que podamos aprovechar al máximo nuestras capacidades y minimizar los riesgos desprendidos de la falta de recursos. Además, debemos asegurarnos de que nuestros recursos se utilicen de manera eficiente y efectiva, optimizando nuestros resultados y maximizando el valor para nuestros clientes y stakeholders.
Proveedores: los proveedores desempeñan un papel crucial en la continuidad de negocio. Mantener una buena relación con nuestros aliados estratégicos nos permite contar con productos y servicios de calidad, a tiempo y a precios competitivos. Además, una colaboración estrecha con nuestros proveedores nos permite anticipar posibles riesgos y tomar medidas preventivas para mitigarlos. Al establecer relaciones sólidas y de confianza con nuestros proveedores, podemos fortalecer nuestra cadena de suministro y garantizar la continuidad de nuestras operaciones.
Al considerar estos elementos en nuestro control de riesgos, podemos identificar y mitigar los aquellos que podrían comprometer la continuidad de nuestro negocio. Es fundamental tener una visión integral y estratégica de los riesgos, considerando tanto los factores internos como los externos, y adoptando un enfoque proactivo para anticipar y responder a los desafíos que puedan surgir. Con un enfoque sólido en la gestión de riesgos, podemos proteger nuestra organización y garantizar su éxito a largo plazo.
Al hablar de riesgos, los siguientes pueden comprometer la continuidad de tu negocio:
Estos son algunos de los riesgos que amenazan la continuidad de todo negocio, pero desde luego no son todos. Si quieres conocer a profundidad algunos de los insights de los expertos de gestión de riesgo y cumplimiento sobre lo más preocupante para 2024, haz clic debajo y descarga gratis nuestra guía Perspectivas de riesgo para 2024.