En medio de un inesperado giro del destino, la empresa InnovateTech, líder en el desarrollo de soluciones tecnológicas, se encontró en una situación sin precedentes para ellos: un desastre natural azotó su sede principal. Afortunadamente, no hubo pérdidas de vidas humanas, sin embargo, las instalaciones quedaron completamente inservibles. La falta de un plan de continuidad del negocio dejó a la empresa tambaleándose ante la incertidumbre y las pérdidas financieras.
El equipo directivo, en retrospectiva, se preguntó cómo podrían haber evitado tal desastre. Aquí es donde la norma ISO 31000:2018, Gestión de Riesgos, entra en escena. Imaginemos un escenario alternativo en el que InnovateTech hubiera implementado esta norma antes del desastre: las directrices proporcionadas por la ISO 31000:2018 les habrían permitido identificar, evaluar y mitigar los riesgos potenciales, incluyendo la falta de un plan de continuidad del negocio.
Al utilizar las técnicas de evaluación de riesgos sugeridas por la norma, InnovateTech podría haber anticipado el impacto del desastre natural y desarrollado un plan de continuidad del negocio robusto. Esta historia ilustra de manera vívida las consecuencias palpables de no contar con un plan de continuidad del negocio y destaca la importancia crítica de adoptar estándares como la ISO 31000:2018 para salvaguardar la resiliencia empresarial en cualquier circunstancia.
En ORCA, procedemos bajo las mejores prácticas; en este caso:
Como vemos, la gestión efectiva de la continuidad del negocio es esencial para enfrentar los desafíos emergentes (como los desastres naturales que usamos de ejemplo) y garantizar la resiliencia organizacional. Hemos explorado algunas prácticas convenientes, pero desde luego para organización es un mundo en sí, y si bien las recomendaciones ejemplificadas son valiosas, cabe mencionar que hay otros estándares y mejores prácticas que pueden guiar a las organizaciones en la implementación de sistemas de gestión de la continuidad del negocio (BCMS) y la gestión de riesgos. Aquí listamos algunas de ellas.
La norma ISO 22313:2020 se centra en sistemas de gestión de la continuidad del negocio, proporcionando orientación para la aplicación de requisitos del BCMS. Permite a las organizaciones controlar, evaluar y mejorar su capacidad para mantener la continuidad operativa frente a diversos escenarios. Esta norma actúa como un faro, guiando a las organizaciones en la creación y mejora constante de sus planes de continuidad.
En situaciones de emergencia, la norma ISO 22320:2018 se presenta como una guía crucial. Ofrece directrices para la gestión de incidentes, incluyendo emergencias, crisis, interrupciones y desastres. Implementar estas directrices fortalecerá la capacidad de respuesta de la organización ante diversos eventos, asegurando una gestión eficaz de situaciones críticas.
La gestión de riesgos implica evaluar y comprender las posibles amenazas. La norma ISO 31010:2019 ofrece orientación sobre técnicas de evaluación de riesgos. Este documento proporciona resúmenes de diversas técnicas, brindando a las organizaciones un amplio espectro de herramientas para evaluar y abordar los riesgos de manera eficaz.
Al adoptar estos estándares y mejores prácticas, las organizaciones pueden construir cimientos sólidos para la continuidad del negocio y la efectiva gestión de riesgos. Estas directrices actúan como mapas detallados, asegurando que las organizaciones estén preparadas para enfrentar cualquier desafío y mantener la continuidad de sus operaciones en un entorno empresarial dinámico y cambiante.
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