Blog ORCA GRC

Asegurando la continuidad del negocio: estándares y mejores prácticas

Escrito por Equipo de Investigación ORCA | 08 de enero de 2024

En medio de un inesperado giro del destino, la empresa InnovateTech, líder en el desarrollo de soluciones tecnológicas, se encontró en una situación sin precedentes para ellos: un desastre natural azotó su sede principal. Afortunadamente, no hubo pérdidas de vidas humanas, sin embargo, las instalaciones quedaron completamente inservibles. La falta de un plan de continuidad del negocio dejó a la empresa tambaleándose ante la incertidumbre y las pérdidas financieras.

El equipo directivo, en retrospectiva, se preguntó cómo podrían haber evitado tal desastre. Aquí es donde la norma ISO 31000:2018, Gestión de Riesgos, entra en escena. Imaginemos un escenario alternativo en el que InnovateTech hubiera implementado esta norma antes del desastre: las directrices proporcionadas por la ISO 31000:2018 les habrían permitido identificar, evaluar y mitigar los riesgos potenciales, incluyendo la falta de un plan de continuidad del negocio.

Al utilizar las técnicas de evaluación de riesgos sugeridas por la norma, InnovateTech podría haber anticipado el impacto del desastre natural y desarrollado un plan de continuidad del negocio robusto. Esta historia ilustra de manera vívida las consecuencias palpables de no contar con un plan de continuidad del negocio y destaca la importancia crítica de adoptar estándares como la ISO 31000:2018 para salvaguardar la resiliencia empresarial en cualquier circunstancia.

 

Mejores prácticas para la continuidad del negocio

En ORCA, procedemos bajo las mejores prácticas; en este caso:

  1. Identificación de riesgos:
    1. Realizar una evaluación de riesgos, considerando factores internos y externos.
    2. Identificar amenazas específicas relacionadas con desastres naturales que podrían afectar las operaciones.
    3. Involucrar a todas las partes relevantes, desde la alta dirección hasta el personal operativo, para obtener una perspectiva completa.
  1. Evaluación de riesgos:
    1. Utilizar técnicas de evaluación de riesgos según lo recomendado en la norma, como análisis cualitativos y cuantitativos.
    2. Evaluar el impacto potencial de cada riesgo identificado en términos de pérdidas financieras, interrupciones operativas y daño a la reputación y posibles nuevos negocios.
    3. Priorizar los riesgos según su probabilidad y gravedad, centrándose en aquellos con el mayor impacto.
  1. Desarrollo de estrategias de mitigación:
    1. Diseñar e implementar planes de contingencia específicos para mitigar los riesgos identificados.
    2. Establecer medidas preventivas y correctivas para reducir la probabilidad de ocurrencia de eventos adversos.
    3. Considerar la diversificación geográfica y la redundancia de recursos críticos para aumentar la resiliencia.

  1. Monitoreo continuo:
    1. Implementar un sistema de monitoreo continuo para evaluar la efectividad de las estrategias de mitigación.
    2. Mantener un enfoque proactivo, ajustando las estrategias según sea necesario en respuesta a cambios en el entorno operativo o nuevas amenazas identificadas.
  1. Comunicación y concientización:
    1. Establecer un plan de comunicación efectivo para informar a todos los miembros de la organización sobre los riesgos identificados y las medidas de mitigación.
    2. Proporcionar capacitación regular para aumentar la conciencia y la preparación ante desastres.
  1. Documentación y revisión regular:
    1. Documentar todas las actividades relacionadas con la gestión de riesgos según las pautas de la ISO 31000:2018.
    2. Realizar revisiones periódicas del plan de continuidad del negocio para garantizar su relevancia y eficacia en un entorno empresarial dinámico.
  1. Simulacros y ejercicios:
    1. Realizar simulacros y ejercicios de respuesta a desastres para evaluar la capacidad de la organización para implementar eficazmente el plan de continuidad del negocio.
    2. Utilizar los hallazgos de estos ejercicios para realizar mejoras continuas en el plan y en las capacidades de respuesta.

 

Alternativas para desarrollar tu plan de continuidad del negocio

Como vemos, la gestión efectiva de la continuidad del negocio es esencial para enfrentar los desafíos emergentes (como los desastres naturales que usamos de ejemplo) y garantizar la resiliencia organizacional. Hemos explorado algunas prácticas convenientes, pero desde luego para organización es un mundo en sí, y si bien las recomendaciones ejemplificadas son valiosas, cabe mencionar que hay otros estándares y mejores prácticas que pueden guiar a las organizaciones en la implementación de sistemas de gestión de la continuidad del negocio (BCMS) y la gestión de riesgos. Aquí listamos algunas de ellas.

 

ISO 22313:2020 - Controlando, evaluando y mejorando la continuidad del negocio

La norma ISO 22313:2020 se centra en sistemas de gestión de la continuidad del negocio, proporcionando orientación para la aplicación de requisitos del BCMS. Permite a las organizaciones controlar, evaluar y mejorar su capacidad para mantener la continuidad operativa frente a diversos escenarios. Esta norma actúa como un faro, guiando a las organizaciones en la creación y mejora constante de sus planes de continuidad.

 

ISO 22320:2018 - Gestión de emergencias y directrices para incidentes

En situaciones de emergencia, la norma ISO 22320:2018 se presenta como una guía crucial. Ofrece directrices para la gestión de incidentes, incluyendo emergencias, crisis, interrupciones y desastres. Implementar estas directrices fortalecerá la capacidad de respuesta de la organización ante diversos eventos, asegurando una gestión eficaz de situaciones críticas.

 

ISO 31010:2019 - Técnicas de evaluación de riesgos

La gestión de riesgos implica evaluar y comprender las posibles amenazas. La norma ISO 31010:2019 ofrece orientación sobre técnicas de evaluación de riesgos. Este documento proporciona resúmenes de diversas técnicas, brindando a las organizaciones un amplio espectro de herramientas para evaluar y abordar los riesgos de manera eficaz.

 

Al adoptar estos estándares y mejores prácticas, las organizaciones pueden construir cimientos sólidos para la continuidad del negocio y la efectiva gestión de riesgos. Estas directrices actúan como mapas detallados, asegurando que las organizaciones estén preparadas para enfrentar cualquier desafío y mantener la continuidad de sus operaciones en un entorno empresarial dinámico y cambiante.

En ORCA, podemos ayudarte a encontrar el estándar que mejor se adapte a la realidad y contexto de tu organización; estás a un clic de distancia (en el botón de abajo) de un servicio de consultoría con acompañamiento tecnológico de primer nivel.