La complejidad y el dinamismo de los mercados es una verdad en general del mundo corporativo, pero es especialmente en mercados emergentes como México y Latinoamérica, donde los directores de gestión de riesgos operacionales enfrentan desafíos únicos.
La dinámica de los riesgos operacionales demanda atención meticulosa, donde la falta de visibilidad y actualización puede resultar en consecuencias devastadoras para las corporaciones.
Aquí radica la importancia crítica de un mapa de riesgos eficiente y actualizado. Veamos cómo operativizar esta valiosa herramienta, pero antes, comencemos por ver algunos de los errores más comunes al idear y usar un mapa de riesgo.
La primera piedra en el camino es la obsolescencia. Los riesgos evolucionan constantemente, y un mapa que no se actualiza periódicamente pierde rápidamente su relevancia, dejando a la organización vulnerable, ¿hace cuánto actualizaste tu mapa de riesgo?
Un error significativo es la gestión de riesgos en silos, sin incorporar una visión holística que incluya todas las áreas y niveles de la organización. Esta omisión puede resultar en una identificación y evaluación ineficaz de los riesgos.
Frecuentemente, riesgos operacionales y estratégicos difíciles de cuantificar son relegados o ignorados. Sin embargo, su impacto potencial en la organización puede ser sustancial. Un ejemplo, es la reciente declaración del CEO de Kelloogg’s que está significando pérdidas importantes debido a un boicot en redes sociales; uno de esos riesgos reputacionales difícilmente cuantificables a priori y que está repercutiendo significativamente en las ventas.
Un mapa de riesgos bien elaborado es la brújula que guía a las corporaciones a través del mar de las incertidumbres. No solo permite identificar y priorizar riesgos de manera proactiva, sino que también facilita la toma de decisiones estratégicas y la asignación óptima de recursos.
Proporciona una herramienta vital para prevenir y mitigar riesgos antes de que estos impacten de manera significativa la operación.
Su objetivo primordial es asegurar la continuidad del negocio, optimizar el rendimiento financiero y cumplir con regulaciones, estableciendo un marco de operación segura y eficiente.
La creación de un mapa de riesgo inicia con la identificación exhaustiva de potenciales riesgos a través de todas las áreas de la empresa. Este proceso debe ser inclusivo, aprovechando el conocimiento de todos los niveles organizacionales.
La clave para su eficacia a largo plazo es un mecanismo de revisión y actualización continua, que se adapte tanto a cambios internos como externos, apoyándose en tecnología para automatizar y sistematizar estos procesos.
Este mapa debe estar diseñado para todas las partes interesadas, desde la alta dirección hasta empleados, inversores y reguladores.
Cada uno de estos grupos tiene necesidades y decisiones diferentes, lo que requiere que el mapa sea accesible y comprensible para todos, con el nivel de detalle y enfoque adecuado según el público.
Estos consejos pueden ayudar a crear y mantener mapas de riesgos que no solo evitan sorpresas desagradables, sino que también promueven una mayor resiliencia y competitividad organizacional.
La gestión eficaz de riesgos es una palanca crítica para el éxito organizacional en el dinámico entorno de negocios actual, y comienza por saber dónde está tu organización en términos de prácticas de control de riesgos; da un primer vistazo con nuestro ebook donde identificamos cinco niveles de madurez en los modelos de control, basado en nuestra experiencia de 20 años en el mercado GRC.