Plan de remediación, desarrolla una estrategia ante riesgos materializados

Publicado por Equipo ORCA el 03 de enero de 2024

Cuando los riesgos no se han podido gestionar de forma correcta, ya sea porque fueron detectados demasiado tarde o porque no se contó con un plan funcional y efectivo, es momento de ejecutar las medidas necesarias para corregir el rumbo.

Al desarrollar un plan de remediación tienes la posibilidad de conocer de forma certera el comportamiento y los avances correspondientes a las actividades y tareas que le competen a los responsables de las áreas involucradas, entre otros beneficios que abordaremos en este artículo. 

 

5 beneficios de gestionar un plan de remediación

Un plan de remediación puede ayudar a las organizaciones a lograr sus objetivos estratégicos, aún si los riesgos ya se han materializado. Para ello, traducir los resultados de una auditoría en acciones puntuales se vuelve fundamental. Aquí 5 beneficios de hacerlo correctamente:

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  1. Visibilidad de hallazgos. Después de evaluar el cumplimiento de regulaciones, actividades, documentación, etc., un siguiente paso es decidir qué haremos con los hallazgos. Dependiendo de su naturaleza, habrá observaciones que probablemente no se lleven a cabo en el presente, pero sí en el futuro próximo, en tanto que ejecutar o no las oportunidades de mejora quedan a criterio de la compañía. Ambas, sin embargo, deberán formar parte del mismo plan de remediación.

  2. Jerarquización de hallazgos por prioridad y/o criticidad. Identificar los riesgos que representan una mayor amenaza para responder ante ellos, dependiendo de los recursos de los que dispone la organización, es una ventaja, puesto que ayuda a priorizar las acciones, lo que conlleva una puesta en marcha mejor dirigida.

  3. Plazos determinados para planes de remediación. Una vez que se han clasificado los hallazgos por criticidad, es posible determinar los plazos en los que las observaciones y oportunidades serán efectuadas. Sin un plan, estas vendrían a formar parte de los cientos de pendientes que podrían o no llevarse a cabo.

  4. Determinar acciones para subsanar los hallazgos identificados. Los líderes de riesgo y cumplimiento que cuentan con un plan de este tipo tienen la capacidad de ser partícipes y fortalecer la continuidad del negocio.

  5. Asignación de responsables de ejecución y seguimiento. Mejores negocios se construyen con la participación de todos los involucrados en la mejora continua. Para ello, un plan de remediación te da la claridad necesaria para contemplar las áreas de mejora de todas aquellas personas con las que has elegido asociarte: colaboradores, proveedores, socios, etc. La asignación de roles y responsabilidades ayuda a imbuir un mayor compromiso con los deberes de cada uno de los involucrados.

¿Cómo desarrollar un plan de remediación?

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Para el desarrollo óptimo del plan de remediación, es recomendable contar con un equipo de expertos especializados en este ejercicio, ya que implica una serie de pasos que deben ser ejecutados concienzudamente para producir los mejores resultados.

 

El mapeo de reconocimiento

Para comenzar, debes conocer el alcance total de los problemas, es decir, medir la gravedad de las consecuencias en todos los ámbitos: financiero, fiscal, jurídico, reputacional, entre otros.

En ORCA podemos ayudarte a automatizar este proceso, a través de graficar todas y cada una de las vertientes que puedan ocasionar un problema, establecer métricas de control, flujos de información que ayuden a notificar a todos los usuarios, entre otras funciones más. 

Conscientes de la magnitud del problema, es importante establecer prioridades que dependen directamente de la gravedad de las consecuencias y tomando en cuenta el tiempo con el que se cuenta para actuar.

 

Planeación y cronograma

Para continuar con el plan de remediación y teniendo definidas las prioridades, es fundamental determinar cuáles departamentos están afectados directamente para actuar de inmediato.

Decide en qué forma se distribuirán los recursos, tanto humanos como económicos y materiales; para esto, es determinante saber cuáles son las posibilidades estructurales y financieras de la compañía, ahí radica la viabilidad del plan.

Antes de ejecutar las acciones de remediación, es necesario establecer un cronograma de remediación y prevención, mismo que te permitirá establecer objetivos intermedios que puedan ser monitoreados, tanto en tiempo como por resultados.

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Acciones de remediación

Para que el plan de remediación tenga sentido, es necesario que las acciones que se tomen se vean reflejadas de forma inmediata en los principales puntos del cronograma, ya sea desde cambios en los estatutos de la compañía o en las medidas disciplinarias que se juzguen pertinentes, según sea el caso.

Es necesario que se definan las responsabilidades de cada elemento en torno a un problema o conflicto; se trata de reparar los daños e impedir que vuelvan a suceder.

Recuerda que el plan de remediación no ha sido cubierto hasta que se verifican todas las posibilidades establecidas previamente en el mapa, así como las que sean detectadas durante el camino.

 

Recomendaciones finales

Según estadísticas, 8 de cada 10 empresas utilizan consultores externos, tanto para hacer análisis de riesgos, como para integrar las juntas que definan un plan de remediación, esto es porque ofrecen objetividad en sus criterios, así como resultados medibles.

Dicho lo anterior, es recomendable contar con un proveedor de servicios que cuente con la capacidad y experiencia para beneficiar a tu empresa, garantizando calidad e imparcialidad. En ORCA, podemos ayudarte, contáctanos haciendo clic en la imagen debajo y hablemos hoy.  

 

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Temas: Auditoría, Riesgo empresarial, Continuidad del negocio