Con un 63%, el incumplimiento a las diversas regulaciones figura como una de las principales causas de los problemas en las empresas, según un estudio reciente.
A la vista de los múltiples entes fiscalizadores externos que rigen a los distintos tipos de industrias, ya sean locales o internacionales, velar por el cumplimiento regulatorio se convierte en una acción estratégica para la continuidad del negocio.
No cumplir con normas y regulaciones puede traer graves consecuencias al negocio, como lo son principalmente: multas, interrupciones en las operaciones y hasta daños a la reputación, que generen pérdidas financieras de gran impacto para el negocio.
Por el contrario, cuando se tiene la capacidad de interpretar los constantes cambios regulatorios, es decir la complejidad del cumplimiento del marco normativo, es posible maximizar el rendimiento operativo y con ello, mejorar la rentabilidad a corto, mediano y largo plazo.
La pandemia de COVID-19 ha traído grandes cambios y desafíos a las funciones y operación de un gran número de empresas a nivel mundial; tanto en términos de cómo los equipos llevan a cabo su trabajo, como también en términos de qué trabajo debe hacer cada quién.
Con más trabajo por hacer, en un entorno de trabajo remoto e interrumpido, la implementación y certificación de programas de cumplimiento regulatorio puede ser la respuesta para mejorar el desempeño de la organización y lograr los objetivos estratégicos.
Para ello, el primer punto importante de todo programa de cumplimiento debe considerar la identificación de los posibles riesgos, para encaminar la estrategia y objetivo del programa a la prevención de las amenazas que pudieran afectar la capacidad operativa del negocio.
Conocer los principales factores clave de la implementación adecuada de un programa de cumplimiento regulatorio, ayudará a comprender la relevancia e impacto de este en la mejora de la eficiencia operativa de una empresa.
Cuando se incurren en incumplimientos normativos y regulatorios por la exposición al error humano, silos de información, información incompleta, o por vulnerabilidades en los sistemas, estos influyen directamente en la operación, y por lo tanto, en la salud financiera del negocio.
En el contexto actual, garantizar el cumplimiento de normas nacionales e internacionales, así como la seguridad y confidencialidad, derivadas del manejo de volúmenes de datos nunca antes experimentados, es fundamental para superar los nuevos desafíos y convertirlos en oportunidades de ahorro.
Desarrollar, implementar, evaluar, mantener y mejorar un sistema de gestión de cumplimiento de manera eficaz, permite que los procesos y por lo tanto, las personas que los implementan, actúen con integridad, siguiendo las mejores prácticas que delimitan los múltiples organismos.
En consecuencia, implementar o mejorar el programa de cumplimiento en una empresa, traerá consigo el ahorro de recursos de valor que pueden ser destinados hacia actividades relacionadas directamente con el core business del negocio, impactando positivamente en las utilidades.
Para lograr prevenir y minimizar el riesgo, las empresas necesitan una cultura de cumplimiento eficaz. Esto nos lleva a explorar la conducta y el comportamiento de las personas.
La implementación de la nueva norma certificable internacional, es la tendencia de mayor relevancia en esta materia, que se desarrollará durante el 2021 no sólo en Latinoamérica sino a nivel global.
El nuevo estándar certificable ISO 37301 sobre Sistemas de Gestión de Cumplimiento, será la norma internacional de referencia para el diseño, implementación y certificación de programas de cumplimiento.
Un sistema de gestión de cumplimiento pasa a tener el carácter de un proceso sujeto a certificación y por tanto a examen de un tercero independiente que dé fe de que tu organización tenga las debidas diligencias de seguridad y cuidado, de forma efectiva.
Asimismo, abre la oportunidad para lograr el balance entre el cumplimiento regulatorio y el basado en valores corporativos o cultura de cumplimiento; puesto que, promueve una cultura de ética donde todas y todos los colaboradores conocen sus responsabilidades y roles.
Para llevar a cabo la implementación e integración del cumplimiento regulatorio, muchas organizaciones de la región han recurrido a hacerlo de la mano de profesionales en la materia, y lo han hecho a la par del proceso de transformación digital que atraviesan actualmente.
Pues que, tanto la digitalización como el eficaz Gobierno de Datos, requiere no solo de TI y la adopción de la nube, sino de expertos en estas áreas, de forma que sea posible concretar una estrategia integral de negocios que contemple:
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